El segundo piso del Polideportivo Pío Baroja, en el barrio donostiarra de El Antiguo, esconde al fondo una sala donde se pulen los jóvenes valores del esgrima, un deporte minoritario pero que está adquiriendo su peso en Gipuzkoa gracias, especialmente, al trabajo que lleva años haciendo el Club Deportivo Fortuna. Una labor que empieza a tener resultados destacables, como es la presencia de dos jóvenes tiradores del territorio, June Ruiz Belategi y Markel Amat Baztarrika, en el reciente Europeo de categoría cadete, convocados por la selección estatal. Además, Markel también disputará el Mundial de la categoría a finales de mes.

“Es señal de que el camino es el correcto”, señala a este periódico Igor Otaegi, maestro de esgrima y que lleva al frente de esta sección en el CD Fortuna desde el año 2000: “Hemos tenido chavales fuertes que han andado bien en los Campeonatos de España, pero esta generación ha dado otro paso al acudir a este Europeo”. Se trata de algo histórico, ya que ningún tirador guipuzcoano ni vasco había acudido antes a un Campeonato de Europa en categorías inferiores. “June es la cuarta en el ranking estatal y Markel el tercero”, apunta Otaegi. Un puesto que permitirá a Markel acudir también al Mundial, convocatoria de la que June se ha quedado muy cerca, ya que van los tres primeros.

No son resultados aislados, sino fruto de un trabajo continuo. “La sección de esgrima tiene cursos de iniciación (dentro de Kirol Ekintza) en el que la gente prueba el deporte. Y si te va gustando y vas avanzando, tenemos el grupo de tecnificación. June y Markel, por ejemplo, empezaron en Kirol Ekintza y luego pasaron a tecnificación. Es un grupo que lleva Pablo Martínez, que empezó conmigo con 11 años, estuvo luego en el equipo español y ahora transmite su experiencia a los chavales. Es un sistema de trabajo con el que los chavales van creciendo y aprendiendo”. Además de en Kirol Ekintza, los niños y niñas pueden iniciarse también en los cursos de multideporte –que incluyen esgrima, escalada o tenis de mesa, entre otros, y que suele ofertar el Fortuna en épocas vacacionales–, y el propio club se desplaza a los colegios para dar a conocer el deporte. Como se ve, las vías para conocer y experimentar la esgrima son múltiples.

La competición desde pequeños es otra de las claves. “Organizamos, junto con la Diputación de Gipuzkoa, la liga escolar de esgrima para que los chavales puedan competir como se hace en otros deportes. Tenemos categorías cadete, infantil, alevín y benjamín. La categoría juvenil es de 18 a 20 años, luego están los sénior y, desde los 35 años, los veteranos. El objetivo no es ganar, sino aprender y divertirse y luego, si se puede, competir. Si no, no pasa nada. Aquí cada uno hace esgrima a su nivel”.

En la última liga escolar hemos tenido entre 50 y 60 niños en diferentes categorías, una cifra que está muy bien. El objetivo es ir creando más base”, añade el encargado de esta sección en el CD Fortuna: “El fútbol o el baloncesto se lo llevan todo, pero que sepan los chavales que hay alternativas como el esgrima. Todos tenemos un don, hay que encontrar el deporte adecuado y tu momento. Hay gente que empieza de mayor y le gusta”.

A estos niños y niñas hay que añadir los tiradores de otras categorías, con lo que el CD Fortuna cuenta ahora “con cerca de 120 licencias entre chavales y veteranos. Tenemos gente desde los 6 años hasta los 69”, comenta Otaegi.

El espíritu de grupo es fundamental para este maestro de esgrima: “Se compite individualmente, pero se trabaja en equipo. Los veteranos ayudan a los novatos, es lo que llevamos años haciendo. El que pierde su combate, se queda luego apoyando al compañero. Es lo que queremos transmitirles. Ahora, por ejemplo, tenemos un grupo majo de tecnificación y los chavales que son más jóvenes pueden fijarse en June y Markel”.

“Empecé con 9 años”

June Ruiz Belategi, hernaniarra de 15 años que viene de disputar el Europeo cadete, conoció la esgrima con 9 años. “Mi hermana hacía escalada, vine a acompañarla, vi el cartel de esgrima y pedí a mis padres que me apuntaran”, cuenta esta joven, muy deportista desde pequeña: “He hecho fútbol, natación, pala… pero los fui dejando y he acabado solo con la esgrima”.

June, inmersa en el grupo de tecnificación, entrena “cuatro horas a la semana de esgrima y otra de físico”, a lo que hay que añadir las competiciones que disputa. Precisamente una medalla en una competición estatal “con 12 años” le motivó a seguir entrenando y progresando hasta alcanzar su nivel actual, que le ha permitido estar entre las cuatro mejores tiradoras estatales de su edad –y eso que es de diciembre, una desventaja frente a sus competidoras– y acudir al Europeo cadete.

“A nivel individual, no me fue demasiado bien, porque había mucho nivel y no pasé de la fase de grupos, pero a nivel de equipo quedamos sextas de Europa”, dice la hernaniarra, que destaca que la experiencia le valdrá para mejorar e intentar competir de nuevo en el Europeo de 2025, cuando todavía estará en categoría cadete. También aspira el año que viene a ser convocada para el Mundial.

June destaca “el físico” como su principal fortaleza, ya que le permite tener más potencia de piernas y moverse “más rápido” que la mayoría de sus rivales. De hecho, pese a ser un deporte muy estratégico, el esgrima tiene su “exigencia física”: “El sable, que es la modalidad que yo hago, es rápido y explosivo”.

Markel, al Mundial

Con 10 años comenzó a practicar el esgrima Markel, el otro guipuzcoano que ya ha hecho su incursión a nivel internacional. En un polideportivo vio un cartel. “Ponía una frase que me llamó la atención: El esgrima se basa en tres cosas: la inteligencia del ajedrez, la belleza del ballet y la agresividad de las artes marciales. Me apunté y estoy muy a gusto desde entonces”.

Este guipuzcoano de 16 años nacido en San Pedro ha probado también el remo, pero ahora únicamente practica esgrima. También estuvo apuntado a ajedrez como actividad extraescolar en el colegio. Precisamente al esgrima se le suele denominar como “el ajedrez en movimiento”, así que ambas actividades tienen su vínculo.

June Ruiz Belategi y Markel Amat Baztarrika, en un entrenamiento en el polideportivo Pío Baroja. Javi Colmenero

Del reciente Europeo, al igual que June, también saca un “buen aprendizaje”, ya que, aunque a nivel individual había mucho nivel y para ambos guipuzcoanos era su primera experiencia internacional, el quinto puesto por equipos le dejó un buen sabor de boca. Además, como tercero en el ranking estatal, a finales de abril disputará el Mundial cadete en Riad. “Quiero ir con otra mentalidad, más agresivo”, anuncia.

Markel, que también hace sable y que destaca por su envergadura, lo que le da “ventaja” respecto a muchos rivales, destaca el aspecto mental del deporte: “Es muy de cabeza, de estrategia. Cuando sales a competir, tienes que pensar al momento en una táctica, en ver cómo lo hace el rival”.

Físico y cabeza

Igor Otaegi escucha a sus pupilos desgranar sus experiencias y cómo es el esgrima. Asiente y añade: “Está basado en la inteligencia, en la estrategia, no en quién es más bruto de los dos. Con tocar al rival vale, no hacer falta golpearlo ni derribarlo. Aúna potencia física y cabeza, hay que analizar al rival, tratar de engañarlo. Aunque hay que tener una base técnica y física, por supuesto. Pero aquí no tiene por qué ganar el más fuerte, sino el más listo”.

El CD Fortuna es el club “con más licencias de Euskadi y el que mejores resultados hace”, señala Otaegi. Sin embargo, es curioso que no existe una Federación Guipuzcoana de Esgrima –en Bizkaia y Álava sí tienen–: “Es algo que estamos intentando solventar, porque te puede proporcionar recursos. Estamos adheridos a la Vasca. Hay federaciones en España que son fuertes y eso permite a sus deportistas acudir a más torneos y coger más nivel y experiencia”.

Cita internacional el 6 de abril

Iniciativas como Kirol Ekintza o la puesta en marcha del aula de tecnificación han sido posibles gracias a la aportación económica de la Diputación de Gipuzkoa, que organiza también el Memorial Mertxe Uzal, un torneo internacional de esgrima que se celebra en el polideportivo Pío Baroja el próximo 6 de abril. “Es un torneo clasificatorio para el Campeonato de España y es el más prestigioso del Estado”, explica Igor Otaegi: “Vienen las selecciones españolas sénior y júnior, la francesa y tiradores de mucho nivel como Lucía Martín-Portugués, que se ha clasificado para los Juegos Olímpicos de París”.

El evento, ilusionante para Otaegi, servirá para que los jóvenes tiradores del CD Fortuna, “tanto June y Markel como los que vienen por detrás, cojan experiencia y compitan ante rivales de más nivel. Perderán, vale, pero esto les servirá, porque se aprende peleando contra los que son más fuertes. Así es como progresará este deporte”.

El esgrima en Gipuzkoa

Clubes. Además del CD Fortuna, en Gipuzkoa se practica el esgrima en Irun, Lezo y San Pedro. En Donostia, el CD Ezpatak y la Sala de Armas Ignota utilizan las instalaciones del polideportivo Pío Baroja.

La referencia de Alex Prior. Gipuzkoa cuenta con el mejor tirador en silla de ruedas del Estado, Alex Prior. “Es una motivación para los demás tenerle a Alex, es un referente. En la sección de esgrima en silla de ruedas tenemos seis personas. El deporte es fundamental en la rehabilitación de personas que han podido tener un acciente y pueden probar el esgrima, un deporte muy divertido”, señala Igor Otaegi, encargado de la sección de esgrima del CD Fortuna. Además de estar en activo, Alex Prior ha puesto en marcha el club Gladius de Irun.

La cifra: 120 licencias tiene en estos momentos la sección de esgrima del CD Fortuna, entre ellos 60 niños y niñas en la liga escolar.