La Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, conocida como ley ómnibus, proyecto estrella del Ejecutivo de Javier Milei, fue aprobada ayer en la Cámara de Diputados del Congreso argentino por 142 a favor, 106 en contra y 5 abstenciones.

Ley ómnibus

Después de más de 20 horas de debate ininterrumpido, a las 8.50 horas (13.50 hora de Euskadi) la norma recibió la aprobación en general; ahora deberá ser debatida por capítulos –no por artículos, como ocurrió en febrero, cuando fracasó durante su primer intento de trámite parlamentario–.

Tras la eventual aprobación del articulado, la ley ómnibus pasaría al Senado para su revisión en la Cámara Alta, donde La Libertad Avanza, el partido ultraderechista liderado por el mandatario, también se encuentra en minoría y donde ya sufrió el rechazo a su decreto de necesidad y urgencia.

El oficialismo, que sólo tiene 38 diputados en la Cámara Baja, recibió el respaldo del conservador Propuesta Republicana (Pro) –la formación del expresidente argentino, Mauricio Macri–, además de la gran mayoría de la Unión Cívica Radical (UCR, centro) y Hacemos Coalición Federal (peronismo disidente y federalismo). Votaron en contra el bloque peronista Unión por la Patria, la izquierda y algunos federalistas, y se abstuvieron varios “radicales”.

“Este bloque viene a decir al Gobierno que le da una cosa y que le quita otra. Este bloque le viene a dar las herramientas que el Gobierno reclama y le quita las excusas con las que gana tiempo”, indicó en su alocución final el diputado de la UCR Rodrigo de Loredo, quien insistió en la tarea “reformista” de su partido en la nueva redacción del proyecto.

Pro

Por su parte, Cristian Ritondo, jefe del bloque del Pro, indicó que su partido no es “Gobierno ni cogobierno” con La Libertad Avanza –pese a que varios integrantes del Ejecutivo proceden de esa formación–, pero que apoyaba la ley porque cree “en la palabra empeñada”.

El diputado del Pro comentó que su bloque no le da la ley al Gobierno, sino “a los argentinos que votaron con esperanza un cambio en Argentina” y pidieron estas herramientas.

Por parte de Unión por la Patria, la minoría más numerosa del hemiciclo, el diputado Leopoldo Moreau dejó claro que “en Argentina hay una oposición”, liderada por su formación, y expresó su deseo de que “los demás se vayan dando cuenta de que tienen que cruzarse de vereda a tiempo”.

Desregular la economía

“Hay que dar gobernabilidad a una sociedad que está a la intemperie, abandonada por políticas deshumanizantes, por un Estado que no funciona para nada. Este anarcocapitalismo va a terminar en anarquismo”, afirmó en alusión a la fórmula empleada por Milei para hablar de su ideología.

La Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, conocida como ley ómnibus por la cantidad de artículos (si bien hoy suponen un tercio del proyecto original, que pasaba de 600) y la magnitud de las reformas que plantea, es la herramienta con la que el Ejecutivo de Milei pretende desregular la economía y reducir el peso del Estado.

En ella, se declara la emergencia pública en materia administrativa, económica, financiera y energética por el plazo de un año, dando al Ejecutivo facultades delegadas en esas materias. Tras el fracaso parlamentario en febrero, el oficialismo abrió intensas negociaciones con la denominada oposición dialoguista para acercar posturas con vistas a la aprobación de este texto.

Emergencia pública

El debate se da en un escenario complejo, de fuerte retracción económica, caída de los salarios en términos reales y una aún muy elevada inflación, en medio de protestas de diversos sectores sociales y sindicales, que se reeditaron a las puertas del Parlamento. Hasta allí se movilizaron organizaciones sociales, sindicales y de izquierda, en medio de un fuerte dispositivo policial para impedir cortes de calles.

La protesta se centró en el severo ajuste que aplica Milei y en diversos aspectos de los proyectos que, según los manifestantes, perjudicarán particularmente a los trabajadores y los jubilados y solo beneficiarán a las grandes empresas.