El presidente de Donostia International Physics Center y catedrático emérito de la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea, Pedro Miguel Echenique, aseguró hace unos días, con motivo de la aún caliente campaña electoral y a unas preguntas sobre qué haría si fuera lehendakari, que uno de sus principales objetivos estaría centrado en alcanzar el 3% del PIB vasco con destino a la inversión en I+D+i en el año 2030.

De esta forma, Etxenike, que hace unos días, fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Madrid, volvió a poner de relieve la gran importancia que tiene la ciencia y la investigación en el desarrollo y futuro del país. Una cuestión que no hay que descuidarla en lo más mínimo, a pesar de los grandes problemas que, en este momento, tiene la sociedad vasca y que afectan a su estado de bienestar social.

En su lección magistral en la Universidad Autónoma de Madrid, Etxenike que, aparte de ser un gran científico, sigue empeñado en su tarea de que Euskadi siga siendo un gran referente en la atracción y mantenimiento del talento, pronunció una frase que debería de estar en el frontispicio de la actuación de nuestros gobernantes: “La mejor política científica es crear oportunidades en abundancia para nuestros jóvenes y no hacerlo suficientemente, aparte de ser una injusticia social, es un despilfarro económico”.

Seguir destinando más recursos financieros a la I+D+i y a la ciencia de excelencia, obviando planteamientos de tipo organizacional, tiene que ser uno de los grandes retos estratégicos del nuevo Gobierno Vasco surgido de las elecciones del pasado domingo. De momento, cuenta con 701,2 millones de euros para invertir en I+D+i, tal y como está recogido en el Presupuesto de este año, elaborado por el Ejecutivo de Urkullu, frente a los 658,5 millones que se disponían en 2023.

Esta apuesta por incrementar los recursos destinados a I+D+i hace que la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) esté a la cabeza de las regiones del Estado con un 2,32% de su PIB destinado a tal fin, según datos del Eurostat, por encima de la media europea del 2,27% y muy superior a la estatal que se sitúa en el 1,43%. Tomando como referencia el European Innovation Scoreboard, que califica a los países según su desempeño en innovación, la CAV se sitúa en la posición número 72 de un total de 239 regiones europeas analizadas, lo que le permite mantener el calificativo de “polo de excelencia regional”.

Por eso, se explica que Donostia sea la primera ciudad del Estado con mayor peso de empleo ligado a la I+D+i con un 2,34% del total de su población ocupada, lo que supone un total de 2.280 profesionales que se dedican a esta actividad en el municipio, según el Mapa de Empleo Tecnológico de España, elaborado por la Fundación Cotec para la Innovación. Barcelona cuenta con un 1,3% de afiliados a la Seguridad Social en este campo y Madrid con un 0,3%.

En el mismo informe, el territorio de Gipuzkoa se consolida en la primera posición del ránking estatal a la hora de medir los empleos tecnológicos sobre el conjunto de la población ocupada al alcanzar un 12%, por delante de Madrid, Zaragoza o Barcelona, que ocupan las primeras posiciones. Sumando el 10% del empleo tecnológico de Araba y el 8% de Bizkaia, la CAV ocupa la tercera posición en el Estado por detrás de Madrid y Navarra.

Esta realidad, que es fruto de una decidida política de impulso a la I+D+i iniciada hace más de dos décadas hasta el punto de triplicarse la inversión en ese periodo, está provocando que la CAV sea la segunda comunidad del Estado, por detrás de Madrid, en su capacidad de atracción y crecimiento de talento que valora las capacidades técnicas y el conocimiento existente en el territorio. La fortaleza de la CAV en lo que se refiere a tres de esos índices, salvo el de capacidades técnicas, también es rotunda cuando la comparativa se hace con Alemania, que ofrece peores resultados, según un estudio reciente elaborado por la Fundación Cotec para la Innovación y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).

La asignatura pendiente sigue siendo la debilidad que la CAV tiene a la hora de retener ese talento, que es capaz de atraer, pero que no opta por fijar su residencia, hasta el punto de que se coloca en el séptimo puesto en el ránking. Una cuestión que se repite de manera permanente, por lo que sería necesario realizar un diagnóstico de situación para actuar y tratar de resolver esa deficiencia.

Si tomamos como referencia la solicitud de patentes en la Oficina Europea de Patentes (OEP), la CAV ocupa el tercer lugar del Estado, por detrás de Catalunya y Madrid con un total de 262 peticiones cursadas en el año 2023. En este listado, Donostia se sitúa también en el tercer puesto por municipios a nivel de Estado, por detrás de Barcelona y Madrid, con un total de 79 solicitudes, lo que significa un 34% más respecto al año anterior.

Curiosamente, la tercera empresa que más patentes solicitó el año pasado en todo el Estado fue la donostiarra Multiverse Computing con un total de 27 peticiones, lo que da una idea del gran poder transformador y de crecimiento que tienen las empresas tecnológicas.

Multiverse Computing, que es la mayor empresa de software cuántico de Europa con aplicación en el sector financiero y que se instaló en Donostia, debido a la decidida apuesta que, con una gran visión de futuro, hicieron los responsables de la Diputación y de BIC Gipuzkoa, gracias a la existencia de un ecosistema competitivo de innovación que cuenta con una red de centros tecnológicos, tres universidades, CIC Nanogune, Donostia International Physics Center etc. Es una muestra más de la transformación económica y empresarial que está registrando Gipuzkoa y su capital.

Lo atractivo de este panorama es lo que hizo que IBM decidiera instalar en Donostia su sexto ordenador cuántico existente en el mundo, que va a permitir a la capital donostiarra, una vez que entre en funcionamiento el próximo año, situarse como referente en uno de los campos científicos más estratégicos en este momento y situarse como punta de lanza en investigación aplicada a la industria.

De la misma forma que en biociencias, contamos con la empresa Viralgen, que, en seis años, se ha convertido en la mayor empresa europea de terapia génica y ocupa el tercer puesto en el ránking mundial del sector. La presencia de Viralgen, que es una filial de Bayer, va a hacer posible, en palabras del CEO de la empresa alemana, Bernardo Kanahuati, que Donostia se haya convertido en la base estratégica de la nueva fase en terapias avanzadas. El directivo de Bayer destaca la capacidad de atracción de Gipuzkoa en talento investigador y su decidida vocación en el impulso de la innovación y la tecnología.

Esta audaz actuación que las instituciones guipuzcoanas hicieron a la hora de cambiar el paradigma económico e industrial del territorio, dentro de lo que se denomina el estilo guipuzcoano, es decir, “trabajar y hacer, mientras que los demás se dedican a hablar”, tal y como gusta recordar un empresario del territorio, -teniendo que sortear en alguna ocasión, algún palo en las ruedas provenientes del oeste del Deba, léase Bizkaia-, está dando ya sus frutos y comienza a incorporar a otros sectores como el de movilidad.

Por eso, es necesario continuar de manera decidida en la aportación de la mayor cantidad de recursos financieros a la I+D+i por lo que significa de asegurar y consolidar el futuro de nuestro país en los próximos años. El ejemplo contrario es el caso del fabricante aeronáutico Boeing que, de ser una empresa clave en el ecosistema tecnológico estadounidense, arrastra desde hace varios años problemas técnicos y encadena una serie de incidentes que se suman a los accidentes que han sufrido varios aviones del modelo 737 MAX, debido a externalizar parte de la innovación en sus proveedores, con el fin de diluir su riesgo financiero. Todo un ejemplo de lo que no hay que hacer.