En esta segunda parte de la entrevista, Oyarzabal repasa la temporada de varios compañeros y las posibles salidas de pesos pesados del plantel.

Imanol dijo que habían ido a muerte en las tres competiciones, ¿se lo puede permitir la Real sin hacer más rotaciones? 

Si lo haces de otra manera, la crítica también va a existir. Porque estás renunciando o porque estás dejando a gente fuera para un partido. Todo tiene su lado bueno y su lado malo. Yo soy partidario de que siempre que el jugador esté disponible, el míster elija y jueguen los que él quiera si se encuentran en condiciones. Si necesita que alguno descanse porque no se encuentra bien o tiene algún problema, obviamente hay que echar mano de otra gente. Si el míster se decide por unos jugadores y están en condiciones, yo prefiero que jueguen los que quiere porque el propio futbolista tampoco se lo quiere perder.

Es increíble que el tridente que estaba funcionando bien se haya quedado sin jugar durante 27 partidos…

Puede ser mala suerte, pero el fútbol también es esto y no se eligen las lesiones ni los momentos en los que llegan. Todo el mundo las sufre. Las lesiones van con el fútbol y el fútbol con las lesiones, así que no puedes pretender entrenar, jugar y competir sin que tengas lesionados porque todos los conjuntos del mundo las padece. Hay que darle normalidad y que se abra una puerta cuando uno se lesiona para que otro tenga la oportunidad de hacerse con su protagonismo y su sitio, y ya está. 

¿Cuánto nivel de desgaste observa en Imanol? Sigue con cuerda para rato…

Yo a Ima le veo bien, con ganas de seguir haciendo las cosas aquí, en el club, y pienso que no hay mejor persona para hacer lo que queremos, para exprimir a todos los jugadores al máximo…

Sé que es un vestuario distinto, pero ¿no hay fisuras con el paso del tiempo?

No son fisuras. Durante la temporada hay distintos momentos que hay que normalizar. No puedes pretender que una relación, no solo con el entrenador, sino con cualquier compañero, vaya a estar siempre al 100%. Habrá instantes en los que te puedas sentir muy bien y otros en los que seguro que te enfadas por algo o alguna acción. Si le das normalidad a eso, es más fácil que todo vaya rodado.

A estas alturas siempre pasa lo mismo. Parece que se van a ir Zubimendi, Merino, Le Normand… Ojalá puedan seguir jugando en Anoeta al menos, que eso no les quiten.

La especulación siempre forma parte del fútbol, de este mundo en el que estamos nosotros… Cuando llegue el momento, si es que llega, pues ya se verá. Al final, cada uno verá lo que hace.

¿Le ha consultado algún compañero en los últimos meses la posibilidad de marcharse?

No.

¿Ve a Zubimendi jugando aquí el año que viene?

Yo a Martín le veo contento en la Real, en su casa, con sus amigos, con los amigos que tiene aquí dentro también, que no son pocos, y le veo tranquilo. Es un chico tranquilo que no se vuelve loco. Si fuese por mí, que siga aquí muchos años, porque también no sé si se ha dado cuenta de que podemos hacer muchas cosas. El club está creciendo y en un buen momento. Aunque, bueno, insisto, al final la decisión es de cada uno y va a ser respetado sea la que sea.

"Yo a Imanol le veo bien, con ganas de seguir haciendo las cosas aquí, en el club, y pienso que no hay mejor persona para hacer lo que queremos, para exprimir a todos los jugadores al máximo…"

¿Ve a Merino renovando? ¿Le aprieta un poco?

De vez en cuando le comento algo, pero muy poca cosa. Un poco lo mismo. Tengo muy buena relación con él, sabemos en qué momento se puede hablar o no. Si fuese por mí, la respuesta está clara, pero luego la decisión es de cada uno. Yo les veo a los dos tranquilos, con ganas de acabar aquí bien el año y que la Real esté otro año en Europa y que tengan la posibilidad de jugar aquí de nuevo si quiere.

Robin suena cada vez más en el mercado… Le dirá que la Real le ha dado mucho, imagino.

Sí, bueno, aquí la Real te ha dado mucho, pero hay momentos y momentos. No sé lo que van a hacer ninguno de los tres, pero de lo que estoy seguro es de que hay que respetarles. Yo me quedaría con todos los que estamos aquí este año, pero sabemos que el fútbol funciona así, da muchas vueltas, hay muchos cambios y hay que respetarlos. No por ello enjuiciar a alguien, sino todo lo contrario, apoyarle y destacar que todos están muy mentalizados para este final de temporada. Y luego en verano ya se verá. Nadie tiene claro nada.

¿Ha visto sufrir mucho a Sadiq y André Silva? Usted también lo acusó, en su segundo año, sin el gol...

Tengo muy buena relación con los dos. Al final, son momentos en los que otros compañeros están jugando bien y muchas veces es difícil meterse en esa dinámica de jugar cuando otros compañeros lo están haciendo bien. Están peleando por el puesto y teniendo competitividad, así que, que sigan esa línea, porque durante el año el momento de un jugador no sabemos cuándo va a llegar; puede que en los dos últimos partidos y que seas necesario ahí. Que todo el mundo pelee, entrene y luego el míster es el que decide. 

Lo de Zubeldia no le ha sorprendido. Pocos le conocen como usted...

Le conozco y siempre he dicho que era el que más destacaba cuando éramos pequeños. Ha tenido que cambiar un poco la posición en la que jugaba, no estaba acostumbrado, pero se ha dado cuenta de que puede rendir ahí y ha empezado a sentirse importante porque está en un momento extraordinario y porque ha sido consciente de que el club iba a confiar en él para esa demarcación. 

Barrenetxea ha confirmado que es una auténtica joya si está bien...

Cuando ha estado bien, entero, sin problemas es un jugador diferencial, lo ha demostrado y todo el mundo lo sabe. Ha habido pequeñas cosas que no le han dejado estar al 100% y cuando eres tan explosivo, tan diferencial, que se nota mucho cuando está bien, cuando no está se le nota un poco. Tiene 22 años, tiene que aprender, y vivir de experiencias. Que siga apretando, está comprometido, trabajando, cuidándose… El tiempo le valdrá para ponerle en su mejor momento.

¿Es tan bueno Zakharyan como dicen en el vestuario?

Es un muy buen jugador, tiene mucha calidad y el míster le está apretando para que aparte de esa calidad saque esa mala leche que puede sacar, ese apretar, ese correr. Es un chico joven que viene de fuera, quizás no estaba acostumbrado a socializar tanto, a hablar con la gente, el idioma fue un hándicap para él, pero está soltándose y aprendiendo, y es un jugador que tiene un gran futuro por delante.