En los últimos años han aumentado las patologías relacionadas con el sistema digestivo: intolerancias, alergias alimentarias, síntomas como hinchazón o estreñimiento... Como está demostrando la ciencia, en la microbiota está la clave. “Los descubrimientos que se han hecho son increíbles y nos han hecho darnos cuenta de la importancia que tiene nuestra microbiota, y no solo a nivel digestivo, también en cómo afecta a nuestro estado de ánimo”, explica Nerea Zorokiain, divulgadora y autora de La cocina probiótica.

Quién es

Nerea Zorokiain es cofundadora, profesora y consultora en el Instituto Macrobiótico Nishime. Imparte conferencias, cursos y showcookings y lleva años especializándose en fermentación y salud digestiva.

Publicaciones: Fermentación y La cocina probiótica.

Redes: en Instagram: @nerea_zorokiain_garin en Facebook: @nereazorokiaingarin Canal YouTube: @nereazorokiaingarinfermentacion

¿Qué es la microbiota?

Es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro organismo en una relación de simbiosis. Ambos nos aprovechamos de esta relación. Normalmente se habla de microbiota digestiva, porque es la mas abundante, pero tenemos que tener en cuenta que dependiendo de la parte del cuerpo, nuestra microbiota varía. Es como si fuéramos un bosque con diferentes ecosistemas, el del ombligo, el de las mejillas, el de la vagina o el del sistema digestivo. Cada uno tiene sus características, particularidades y sus necesidades para crecer y estar saludables. Estos ecosistemas tienen diferentes funciones y nos ayudan, por ejemplo, a tener un pH adecuado en la vagina o a poder digerir ciertos nutrientes. Nuestro cuerpo es su casa y ellos nos hacen algunos trabajos que no podríamos hacer de otra manera.

Expertos en nutrición lo denominan el “segundo cerebro”, ¿hay conexión cerebro-intestino?

En realidad todo nuestro organismo está conectado y la idea de dividir el cuerpo por partes se está quedando obsoleta. Nuestro organismo se comunica y se ayuda para estar en equilibrio continuamente. Unas de las responsables de esa comunicación son las bacterias. Es muy sencillo darnos cuenta de esta conexión cuando nos ponemos nerviosos y en seguida notamos cosquillas en el estómago. O cuando viajamos y no podemos ir al baño. Y por supuesto hay una comunicación más sutil. Se habla de que la depresión esta relacionada con el estado de nuestra microbiota, así que dependiendo de nuestra alimentación, podemos sentirnos más felices o cambiar nuestro estado de ánimo. 

La portada de 'La cocina probiótica'.

¿Qué es la cocina probiótica, título de su último libro?

Es aquella que nos ayuda a dar de comer a nuestra microbiota. A veces pensamos que cuando comemos, solo lo hacemos para nuestro organismo, pero nada más lejos de la realidad, cuando comemos alimentamos también a las bacterias que nos acompañan. Así que la alimentación es mejor si tiene ingredientes que son probióticos, para añadir una mayor biodiversidad, y también prebióticos, que alimentan nuestra microbiota.

¿Qué papel juegan los probióticos en la salud?

Los probióticos son microorganismos vivos que están destinados a mejorar nuestra microbiota. Se pueden utilizar simplemente porque tenemos algún problema digestivo, o porque tengamos una falta de biodiversidad.

¿Se puede recuperar la salud digestiva? ¿La clave está en crear por hábitos saludables y aprender a mantenerlos?

El sistema digestivo tiene una capacidad de regeneración mucho mayor que otras partes de nuestro cuerpo, así que si lo cuidamos, es muy agradecido y en mucho casos puede volver a su estado original. Ahora bien, eso no significa que no haya patologías que ya no tengan retorno. A veces hasta que no estamos muy mal no vamos al médico y cuando llegamos ya hemos pasado esa línea de no retorno. Yo soy muy partidaria de la prevención. Creo que cuidarse es un placer, porque cuando el cuerpo funciona bien, la vida se ve con más alegría.

¿Qué son los alimentos fermentados?

Son aquellos alimentos que han sido transformados a través de los microorganismos. Por ejemplo unas olivas, una vez desamargadas, para poder conservarlas durante largos meses y conseguir ese sabor que conocemos, pasan por un proceso de fermentación (si son naturales). El producto final es un alimento transformado y lleno de bacterias y con unas condiciones adecuadas para conservarse. No tenemos que olvidar que históricamente la fermentación nació como una forma de conservación para poder tener alimentos en todas las estaciones del año.

¿Son los fermentados aptos para todo el mundo?

En un principio sí, pero está claro que no todos tenemos que tener la misma alimentación, así que prefiero no generalizar. Hay gente que no puede consumir algo tan básico como sal y los fermentados en muchos casos tienen sal. Pero como norma general, son alimentos que llevamos consumiendo hace miles de años y son perfectos en nuestra alimentación.

¿Qué beneficios aporta este tipo de alimentación?

Creo que cualquier alimentación que elimine los productos procesados y añada más cantidad de fibras vegetales va por el buen camino. Ahora bien, si quieres cuidar tu microbiota, una cocina probiótica, te va a ayudar a recuperar tu sistema digestivo y sentirte con más energía. Es una cocina muy sencilla y solo hay que aprender a introducir fermentados y saber como utilizarlos para mejorar tu microbiota en pocas semanas.

Dos recetas de cocina probiótica

Ensalada prensada. Cedida

Ensalada prensada

  • 200 gr de col blanca
  • 200 gr de col lombarda
  • 150 gr de zanahoria
  • 1/2 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 2 cm de jengibre
  • 15 gr de sal
  • 1 C de vinagre de manzana
  • 1 dátil fresco

Elaboración

Corta en láminas muy finas la col blanca, la lombarda y la zanahoria. Si tienes una mandolina, te recomiendo que lo hagas con ella. Pica la cebolla en medias lunas muy finas, el diente de ajo en trocitos muy pequeños y mézclalo con el resto de ingredientes en un bol.

Ralla el jengibre y apriétalo para añadir solo el líquido. Pica el dátil lo mas fino posible y mézclalo también. Añade la sal y masajea apretando bien todos los ingredientes; queremos que salga líquido. Colócalo en un bol y pon otro encima para que ejerza peso. Déjalo fermentar unas horas. Sírvelo con un poco de vinagre de manzana y si quieres un poco de aceite de oliva. Esta ensalada la puedes guardar con el peso encima durante una semana e ir comiendo cada día un poco.

Kimchipacho. Cedida

Kimchipacho

  • 200 gr kimchi Baechu
  • 1 kg tomates maduros
  • 1 pimiento verde
  • 1 ajo (al gusto)
  • 1 pepino
  • Sal, vinagre y aceite

Elaboración

Pela los tomates y colócalos en un vaso de batidora. Añade el resto de ingredientes excepto el aceite.

Bátelo hasta que quede completamente homogéneo. 

Prueba y ajusta el sabor con sal y vinagre si fuera necesario. Esto va a depender de los ingredientes del kimchi y cómo de salado y ácido esté. Sirve bien frío con un chorrito de aceite de oliva por encima.