Hay investigadores que llegan a decir que los centros penitenciarios se han convertido en hospitales psiquiátricos encubiertos. Las cifras resultan abrumadoras. Nueve de cada diez presos tienen problemas de salud mental, o los han padecido. Una realidad que resulta aún más compleja de abordar cuando se desarrolla una adicción.

La convergencia de ambos trastornos en la misma persona, llamada patología dual, sume al paciente y sus familiares en un desconcertante peregrinar de especialista en especialista, que ofrecen “respuestas parciales” a una realidad clínica y social mucho más compleja, que con el tiempo puede dar paso a la marginación, el desempleo y conductas agresivas.

A pesar del aumento de la incidencia de esa coexistencia de trastornos, no existe en Euskadi un centro asistencial de referencia, lo que provoca que, en el caso más extremo, pacientes que sufren la patología acaben en prisión, donde se agrava el problema. “Para nada estamos hablando de un problema residual. Y cuando hay pacientes que presentan una serie de necesidades y no se les atiende de la manera más efectiva, estamos hablando de una praxis que no es la adecuada”, sostiene Javier Ogando, psiquiatra experto en drogodependencias y socio de honor de la Sociedad española de Patología Dual.

"Cuando hay pacientes que presentan una serie de necesidades y no se les atiende de la manera más efectiva, estamos hablando de una praxis que no es la adecuada”

Javier Ogando - Psiquiatra experto en drogodependencias y socio de honor de la Sociedad española de Patología Dual

El experto interviene el próximo 7 de mayo en una jornada organizada por la Asociación Katearen Loturak, una asociación creada en 2019 en Debagoiena por familiares de personas con problemas de adicciones y, en muchos casos, con Patología dual. El psiquiatra hablará, como indica el propio título de su conferencia, sobre “adicciones complicadas, estigma, ignorancia y malas prácticas”.

Problemas de salud mental y adicción: vasos comunicantes

Los problemas de salud mental y el desarrollo de adicciones son, en buena medida, vasos comunicantes. Algo que, según el experto, va “en contra de las previsiones que se hicieron” hace dos o tres décadas. “Los modelos de atención de entonces han fracasado totalmente, y la problemática actual viene determinada en gran medida por la herencia de las consecuencias de aquellos modelos equivocados”, sostiene.

Se implantaron en aquella época modelos exclusivos porque se consideraba que las personas con problemas de salud mental y quienes tenían adicciones representaban realidades independientes entre sí. Nacieron de esa concepción dispositivos terapéuticos paralelos, cuando la realidad clínica a la que se tiene que enfrentar el paciente es la de ambos problemas a la vez. “Nos encontramos con que los dispositivos terapéuticos están diferenciados, y ello conlleva abordajes parciales de la problemática”, señala el experto.

"Los modelos de atención de entonces han fracasado totalmente, y la problemática actual viene determinada en gran medida por la herencia de las consecuencias de aquellos modelos equivocados”

Las Juntas Generales de Gipuzkoa instaron en febrero a la Diputación Foral a que ponga en marcha, junto con Osakidetza, y en colaboración con las asociaciones relacionadas, el proyecto necesario para la creación de un centro de patología dual que hoy por hoy no existe.

Desde la asociación Katearen Loturak demandan una “asistencia adecuada y un abordaje integral”, y lanzan una pregunta: ¿Cuándo se van a destinar los recursos necesarios para paliar una enfermedad desconocida pero cada vez más frecuente?

En diferentes hospitales del Estado se están creando unidades de patología dual, como es el caso de Madrid, Catalunya o Zaragoza, “pero aquí seguimos sin dar el salto cuantitativo y cualitativo que supone el reconocimiento de la Patología Dual como entidad clínica”.

Las personas con problemas de salud mental y quienes desarrollan una adicción no representaban realidades independientes entre sí, como se ha venido planteando en las últimas décadas

Asume el experto que se trata de una realidad “compleja”, pero que que si se aborda de “una manera correcta e inclusiva” puede llegar a tener unos resultados “muchísimo más favorables” que los que se registran en la actualidad. “Porque cualquier problemática que no se atienda correctamente corre el riesgo de cronificarse, empeorar, y aumentar la gravedad”, reflexiona.

"Vivimos en una sociedad cada vez más agresiva para el propio individuo"

El experto subraya que la respuesta más habitual de los dispositivos asistenciales es la farmacológica, “casi en exclusiva”, algo que genera una medicalización de la población con problemas de salud mental y de la población en general. “Vivimos en una sociedad cada vez menos solidaria y más agresiva para el propio individuo. Es algo que acentúa la problemática y la huida que cada persona realiza para intentar controlar su sufrimiento. De ahí el incremento de tratamientos farmacológicos, de aquellos que los propios pacientes improvisan sobre la marcha, y del uso de sustancias tanto legales como ilegales y de conductas adictivas”.

Ogando señala que las cifras de afectados por patología dual que se manejaban hace cinco años son inferiores a las actuales, y posiblemente, subraya, las de hoy en día estarán muy por debajo de las del futuro. Intervienen variables cambiantes e influenciables por muchísimos factores: asistenciales, familiares, sociales, o de la propia enfermedad.

La realidad de la patología dual indica que el abordaje sea conjunto, para afrontar las dos problemáticas que confluyen en una única realidad clínica. “Si solo tenemos en cuenta una de las partes, realizaremos abordajes parciales que lo único que hacen es cronificar y hacer más compleja la situación del paciente”, sostiene el psiquiatra.

Corre así el riesgo de ser atendido a lo largo del tiempo yendo de un dispositivo a otro. Se trata de una realidad asistencial que, según indica este profesional, se ha ido intentando abordar en la red sanitaria vasca en los últimos años, y se ha visto la necesidad de que los profesionales que tratan adicciones tengan formación en Psiquiatría, al igual que los psiquiatras en problemas de adicción.

Pero la realidad es bien distinta. “La realidad es que escasamente nos encontramos dispositivos diseñados para atender globalmente esta problemática. Eso es lo que hace necesario, primero, conceptualizar de forma novedosa la realidad de la Patología Dual, y a partir de ahí -sintetiza- crear dispositivos asistenciales.

En ese sentido, en Euskadi “ha habido intentos”, pero según indica el socio de honor de la Sociedad española de Patología Dual “ni siquiera en cuanto a la denominación se ha conseguido un acuerdo. En el centro en el que trabajaba, cuando se me formuló la posibilidad de adaptar el antiguo nombre de toxicomanía o drogodependencias, que tenían una connotación tan estigmatizante, realicé la propuesta de llamarlo Centro de Patología Dual, pero simplemente pudimos llegar a que se llamase centro de adicciones”.