Una inspección rutinaria en el interior del túnel de Gaintxurizketa, que afronta la recta final de las obras en este tramo, detectó el lunes unas grietas en la boca del túnel (las obras de excavación se dieron por concluidas en marzo), lo que ha llevado a Adif a suspender el tráfico de pasajeros, por lo que los trenes de Renfe entre Irun y Lezo no podrán circular durante “unos quince días” en este trayecto. 

En ese tiempo, el gestor público de las infraestructuras ferroviarias del Estado acometerá los trabajos necesarios para el sostenimiento de la galería. Entre tanto, los usuarios del servicio de Renfe de Cercanías deberán viajar en el Topo de EuskoTren entre Irun y Pasaia, donde podrán realizar un transbordo al tren de Cercanías. Y también podrán utilizar el servicio de autobús que Renfe habilitará entre las estaciones de Irun y Lezo-Errenteria para los primeros y últimos servicios de cada día, cuando no circula el Topo.

La estimación inicial es de quince días, pero no son nuevos los contratiempos en las obras del denominado tercer hilo, donde se está implementando un tercer carril que permita circular al TAV en el futuro en paralelo a la línea convencional entre Donostia e Irun. El túnel de Gaintxurizketa forma parte de esos trabajo (las obras incluyen la ampliación de diámetro de los túneles de Gaintxurizketa, Loiola y Capuchinos).

Según informó Adif, los geólogos que trabajan en la obra del Tren de Alta Velocidad (TAV) han realizado un primer análisis de las grietas aparecidas en la boca del túnel de Gaintxurizketa y fruto de ese primer análisis se decidió inicialmente la suspensión preventiva de la circulación de 24 horas.

Ha sido este martes cuando Adif valoró la situación con más detenimiento y adelantó que los trabajos de estabilización de la galería puede llevarles “unos 15 días”. Según fuentes de Adif, las actuaciones que hay que llevar a cabo para estabilizar y reparar las grietas, “no son compatibles con el mantenimiento de la circulación ferroviaria”. 

Cercanías más tensadas

El servicio de Cercanías en su conjunto puede verse afectado por este nuevo revés. No ya sólo por la suspensión de este tramo, sino que además Renfe ha reconocido que “varias unidades se han quedado atrapadas en Irun”, lo que reduce el número de unidades disponibles para cubrir el trayecto entre Lezo-Errenteria y Brinkola.

Los problemas se acumulan en el servicio de Cercanías de Renfe, ya tensadas y que acumula muchas quejas en los últimos meses debido a “constantes retrasos” y la supresión de trenes y la limitación de trayectos. Además, Renfe ya se había visto forzada recientemente a reducir frecuencias y cambiar los horarios debido a los trabajos que se están llevando a cabo también en el túnel de Loiola, en Donostia, donde la circulación está limitada por el momento a una vía.