Dos sucesos han roto la tranquilidad de los hernaniarras del barrio de Karabel en la recta final de esta semana. Por un lado, el pasado miércoles por la noche y, tal y como han confirmado a este periodico fuentes del Ayuntamiento, una docena de coches estacionados en los aparcamientos de Karabel aparecieron con los cristales rotos.

Esto creo cierta alarma entre los propietarios de los vehiculos que suelen aparcar en esta zona. Si bien en un principio se planteó la posibilidad de que la rotura de los cristales se hubiera realizado con al internción de robar en el interior de los coches, la Policía Municipal de Hernani solo ha recibido ocho denuncias al respecto, y en todas ellas se hace referencia únicamente a la rotura de las lunas. "Nadie ha puesto una denuncia por robo".

Fueron los propios municipales los que, haciendo la ronda de la mañana, se percataron de que varios de los coches aparcados tenían los cristales rotos. Ante esta situación, los agentes dieron el aviso y se pusieron en contacto con la mayor parte de los propietarios para darles cuenta de lo que había ocurrido.

Aviso en Zubipe

Por otro lado, este jueves por la tarde los municipales recibieron también otro aviso en el que se alertaba de que se había producido el robo de algunos móviles en los vestuarios de Zubipe del Club Deportivo Hernani. Al parecer, alguien habría aprovechado durante el entrenamiento de la tarde para entrar en los vestuarios y robar varios teléfonos.

Los agentes acudieron al lugar. No obstante, "de momento", según señalan desde el Ayuntamiento, "no se han puesto denuncias al respecto".

Sucesos "puntuales"

La coincidencia en el tiempo, en apenas tres días, de ambos sucesos ha despertado cierta inquietud entre los vecinos y algunos se habían hecho eco de lo sucedido a través de los servicios de mensajería instántea.

Desde el Consistorio hernaniarra, preguntados al respecto, han afirmado que ambos casos son "puntuales". "Nunca antes ha ocurrido algo así", han señaldo respecto del acto de vandalismo del aparcamiento que dejó destrozadas las lunas de una docena de coches en el barrio de Karabel.